EL MÙSICO DEL JARDÌN
tenia tantos ojos como hojas
y tenía tantos pajaros como hojas,
(un pàjaro por hoja).
El árbol era el músico del jardín:
en cada hoja, cantaba un pajarín,
A las siete de la mañana,
empezaba el coro
y el árbol, con sus hojas como
ojos,
De pronto, se oyó un susurro.
-¿Cuándo vendrán los niños,
que me aburro?
-dijo el árbol con su vocecita de
madera-.
Los niños son para mí la primavera.
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